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Lilypie First Birthday tickers

miércoles, 16 de noviembre de 2011

El regreso al trabajo



El día 2 de noviembre volví al trabajo despues de solapar la baja maternal y mis preciadas vacaciones.
Durante mi ausencia contrataron a una becaria, eso sí, 3 semanas antes de dar a luz.  Vamos, con un anticipación bárbara.

Esas 3 últimas semanas en lugar de disfrutar del final del embarazo hice más nervios que de costumbre y es que esa manía mía de estar al pie del cañón algún día me jugara una mala pasada.
Creo que tanto estres y tantos acontecimientos durante el último mes provocaron el nacimiento antes de hora, de lo cual me alegro, no me hubiera imaginado salir de cuentas, con la incertidumbre, la pesadez de la familia "y para cuando" o "pero aun no", etc.

Eso sí, me deje todo ordenado, atado y bien atado, vamos que siguiendo el mismo horario que yo se podía sacar parte del trabajo o por lo menos lo más importante.

Cual fue mi sorpresa cuando me llamaron a mitad del mes de septiembre porque habían tenido problemas y me pidieron si podía acudir al día siguiente. Me presenté con mi hija para que la conocieran. Estuvimos hablando sobre la reincoporación (horarios, permiso de lactancia, etc).
Me dijeron que la incidencia que habían tenido se había solucionado, que no hacía falta que hiciera nada. Me tomé el mes de octubre integro de vacaciones y me tocaba volver el tras el puente de noviembre.

Llevo 10 días recuperando el trabajo que se debía haber realizado en los 4 meses anteriores. Me siento bastante desbordada, tanto que ayer me tuve que echar a la cama casi sin cenar por puro cansancio. Gracias que hoy me he levantado como una rosa, con unas ganas tremendas de hacer cosas (normal siendo que me había pedido el día libre) tanto que no me ha cundido mucho (visita pediatrica con vacuna incluida, compras, lavadoras y juegos en el sofa).

Como ya comenté tengo una horita en medio de la jornada y puedo darle el pecho a la niña durante ese tiempo, así que por lo menos tengo  un rato de esparcimiento.

Tambien propuse a la empresa la posibilidad de trabajar desde casa, les dije que lo valoraran pero desde principios de octubre no me han contestado nada al respecto, con lo cual lo doy por perdido. Espero que se arregle esta crisis o que me salga algo mejor porque aunque tengo facilidades en cuanto al horario, etc, me siento explotada y bastante insatisfecha en el trabajo. Me gusta trabajar y me gustaba mi trabajo, aunque no tuviera que ver con mi formación, a pesar de lo mal pagado que está. En eso he salido a mi padre, no sé estar sin trabajar.

Pero últimamente y más por la llegada de mi hija, no le encuentro sentido a la vida que llevamos y menos al trabajo que realizo, muchas veces pienso que no sirve de nada que de más de mí. Sé que todo el mundo pasa por esto, mis padres pasaron por esto y me imagino lo duro que debió de ser para ellos, pero creo que es hora de que cambiemos cosas, es el momento de que nosotros, los que movemos este país, porque ni los bancos ni los ricos estarían aquí si no fuera por gente normal como nosotros.

Me gusta trabajar pero tambien me gusta mi hija y no sé bien donde está el punto medio, porque por más que intente compatibilizar ambas facetas estoy llegando al cansancio absoluto y me temo que si no me he quemado ya, estoy por carbonizarme... Y a esto le llaman prevención de riesgos laborales....

Bendito Burn-Out

5 meses y comienzo de AC


Hoy hemos tenido visita con el pediatra, mi pequeña ya pesa 6,660 kg, nuestros brazos y espaldas se empiezan a fatigar.
Hoy me he sentido como si la que tuviera 5 meses fuera yo. Me explico.

Hemos empezado a hablar en la consulta de la pediatra sobre la AC (Alimentación complementaria). Vamos para mi madre, los purés y papillas... Buff, y es que me la veo venir.
Y lo sé porque a mí me ha tocado vivirlo y ahora soy una persona que como comensal como casi de todo.

El "casi" podría agradecerselo a la costumbre de forzar a comer, a los tipicos comentarios de "esta-niña-tiene-hambre". Y luego nos sorprenden con noticias sobre la obesidad infantil.
Yo sinceramente no sé que hacían nuestras abuelas y bisabuelas sin la termomix, batidoras, sin el calientabiberones.

Hoy me he visto reconocida en mi hija, ahora entiendo muchas cosas, mis necesidades afectivas, la estigmatización a la que someten los malos-comedores...
Y eso que Elisa es buena para todo, duerme de maravilla desde que nació, (yo no conozco lo que es pasar la noche en vela), la lactancia materna va de maravilla, sonríe a todas horas, yo siempre la veo feliz y si llora aunque no tenga hambre tiene el pecho y en extensión a mí.
Pero me temo las comparaciones tipo: "Tú eras muy mala comedora"; "Pues el hijo de  XXX se lo come todo"; "Esta va a ser como tú".

Hace tiempo que he consultado sobre lo que ahora llaman "Baby-Led Weaning". Al fin y al cabo, la única conclusión que saco es que lo único que puedo hacer es criar a mi hija con sentido común, sin manual de instrucciones, sin consejos de nadie.

Que por cierto, a esto de los consejos, hoy mi pediatra ha aportado un dato que nadie hasta ahora había apuntado, "Elisa, no te preocupes que si babeas no es porque te vaya a salir un diente", jjjj; despues de 3 meses oyendo el mismo comentario he salido de la consulta con esa sonrisa que se te pone cuando sabías que llevabas razón y todo el mundo se equivocaba.

Ya lo siento, pero es que estoy de los comentarios sin sentido, que creo que tendré que hacer una entrada especial, buf se me acumula el trabajo.

En fin, a lo que voy, me estoy temiendo la conducta de mi progenitora. A base de purés y cuchara en mano cual vaquero del oeste. Yo no soy partidaria de obligar a un bebé a comer. En general a obligar a nadie a hacer nada. Me parece violento meterle la cuchara a la fuerza y hacerle pasar un mal rato.

Ante todo creo que los padres estamos para respetar a nuestros hijos. Se empieza por la cuchara a traición y se acaba por...cosas peores.

Quizas la relación con la comida y yo es un trauma no resuelto, puede ser.

martes, 8 de noviembre de 2011

Lactancia y trabajo



Hacía días que necesitaba pasar por aquí.

Son tantas las cosas que necesito contar que no sé por donde empezar. Pero a raíz de un comentario de Paris en el anterior post, me decido por empezar sobre mi vuelta al trabajo y en cómo estoy llevando esta "separación".

Desde el momento en que nació Elisa han sido 3-4 veces contadas las que he permanecido menos de 1 hora lejos de ella. El miercoles pasado me incorporé a mi puesto. Cuánto me echaban de menos (de esto prefiero hablar más adelante porque le quiero dedicar una entrada Especial, porque lo merece, jjjj)

Así que la semana pasada después de dos días con nervios volví a sentarme en la mesa que antes ocupaba. El primer día fue bien, pero el segundo empezaron a volver los detalles de los días de embarazada y más de las últimas semanas, del estrés, de los malos momentos vividos y cuando salí llevaba un nudo metido pero bien metido, jolines.

Había preparado durante la semana anterior una remesa de botes con leche en el congelador, es verdad que lo dejé para el último momento y es que todavía no había asimilado que debía prepararme para ello. Por eso, la última semana parecía una auténtica Sra Vaca todo el día con el extractor por casa.

De modo que el miercoles me presenté a las 8 menos 20, como siempre hiperpuntual. Cual fue mi sorpresa cuando me enteré que habían creado un office una planta más arriba que mi oficina y me pensé que sería el mejor lugar para darle el pecho a mi pequeña.


Todavía no he contado que decidí acogerme a la horita de lactancia, mi hora de la felicidad. En mitad de la jornada mi mami me trae a la niña y ahí las tres pasamos un buen rato, con cambio de pañal en los lavabos y paseos entre planta y planta incluidos.

Aunque le he dejado a mi madre leche que me extraigo los fines de semana y algún día alterno por las mañanas, mi hija no da muchas posibilidades en cuanto al biberón, cuchara, etc. Por lo menos sólo pasan 4 horas hasta que vuelvo a casa, la entretienen e intentan darle algo de mi leche, pero en cuanto llego a casa se pega a la teta que ni la suelta.

De momento lo llevamos bien. Creo que ha sido una buena decisión el pasar con ella ese rato a mitad de mañana para que no sea tan traumático. Muchos me recomendaron que porqué no acumular las horas, pues, ahora mismo tendría que volver dentro de 1 semana y media y me sentiría todavía peor.

Toca hora del baño, mi princesa me requiere.

Conciliación Real Ya